- Foto: Javier de la Fuente
El día 2 comienzan las ponencias en La Alhóndiga. Especialistas, académicos, investigadores y público zamorano y también venido desde otras provincias españolas, América, Israel y otros países, comparten el fruto de sus esforzados trabajos con gran pasión, pulcritud, entrega. Siempre es una mezcla de conocimiento y de emoción.
Ruth Bejar
- Pilar Diez
- Alicia Valmaseda
- De dcha. a izquierda Alfredo, Mara Aranda y Jesús Jambrina , organizadores del congreso
Después del tiempo previsto para las ponencias hay también espacio para lo lúdico: conciertos, workshop,…hasta un filandón donde en la Plaza de la Leña asistimos los ponentes y también zamoranas y zamoranos que ven el despliegue, en pleno centro de la ciudad, y se acercan y se suman para compartir aquel momento.
- En la plaza de La Leña se celebró un Filandón con un intercambio de romances de Doña Urraca, “que también cantaban los sefardíes”.
El congreso sefardí de Zamora este año ha sido excepcional. Se analizó la situación de los judíos que salieron de España en 1492 y se asentaron fundamentalmente en las Américas.
Las actividades en Zamora estos días son la continuidad de las que tuvieron lugar del 21 al 25 de junio en Jerusalén y han llevado a sus asistentes a Jerusalén, León o Zamora, geografías que podemos localizar en un mapa, y además, han ofrecido un viaje al pasado para construir desde el presente, un futuro mejorado, donde no exista la desconfianza hacia el diferente, en un laboratorio de vida donde se promueva, se fomente aquello que nos une y aparte las diferencias para construir un futuro más rico en valores, con una clara vocación de transversalidad, como no puede ser de otra manera en este siglo XXI en el que todos nos hayamos embarcados.
La nave va!
Gracias a todos los que hecho posible esta nueva edición del congreso. A su organizador Jesús Jambrina y todo el equipo, al ayuntamiento de Zamora a través de la concejalía de turismo encabezada por Christopher Strieder, Al museo etnográfico de Castilla y León por ceder amablemente sus instalaciones para la realización de nuestro concierto, a todas y todos los ponentes que nos ilustraron con el fruto de sus investigaciones, A los sponsores privados que han colaborado apoyando económicamente el congreso y también a los públicos como la Hostería Real y el Hotel Trefacio.
Y sobre todo gracias a las zamoranas y zamoranos que con su hospitalidad nos hicieron sentir como en nuestra casa y participaron activamente en las actividades propuestas, presentando, así espontáneo, el baile tradicional, arrancándose en una anécdota o posando con la indumentaria tradicional.
Que viva y viva y viva lo bueno! Si tú lo bailas yo lo canto!