Preludio a EarlyMusicMorella en A mayor

Preludio a EarlyMusicMorella en A mayor

EarlyMusicMorella es más que un curso de música medieval, renacentista o tradicional

Cada año los programas de la academia se articulan en torno a temas específicos diseñados para estimular nuevas actitudes que nos acerquen a la música ubicada en diferentes épocas, desde diferentes ángulos en los que los profesores obligan a posicionarse al alumno y personales ya que cada asistente debe esforzarse por romper el molde de lo preconcebido, lo esperado, lo obvio, standard, ortodoxo… lo ‘normal’ . En 2018 y bajo el título Arrels, la Academia, incide en las raíces explorando las variadas rutas por las que la música transcurre, trazando los caminos de unión de melodías escritas y transmitidas por tradición oral y de instrumentos tradicionales y cortesanos. La tradición es más una creación que una repetición de modelos estrictos y como tal hay que considerarla en la interpretación de la música ‘culta’. La programación de Arrels coincide en 2018 con el Sexenni, fiesta que se celebra  una vez cada seis años y desde 1678 en Morella.

Habrá conciertos del Festival y la Academia de perfeccionamiento instrumental o vocal, multitud de actividades paralelas (visitas guiadas, exposiciones, conferencias, talleres de construcción de instrumentos) y todo con especial atención a las acciones sociales de difusión de la música antigua para jóvenes, mayores y colectivos desfavorecidos.

Más o menos así rezaba la promoción que desde Comes la oficina organizadora y dirigido por Carles Magraner,  se difundía para animar a potenciales alumnos a su matricula. En octubre, recuerdo que el frío este año aun no había venido a orillas de este Mediterráneo que habito y yo sentía mi corazón caliente como un pequeño volcán.

Empecé a diseñar el curso que tendría que dar. Como cantante sé que es difícil comprender mi microcosmos y sistema didáctico/pedagógico pero después de 30 años, 20 discos y más de mil conciertos, viviendo tan solo de la expectación que estos generan, sigo haciendo vivir y revivir en cada uno de los asistentes emociones que uno no había sentido nunca o que recordaba haber sentido en algún momento, sigo generando el recuerdo que parecía haberse extraviado en alguno de los estantes de la memoria a la que uno sin escalera ya no alcanza, superpuestos como están, sigo tocando resortes la mayoría de las veces conscientemente y absolutamente dirigidos hacia alguién del público que no conozco ni conoceré nunca pero sé cómo trabajar con él desde mi posición para que vuelva a articularse y centrar los vectores que mantienen y entretienen a todo ser humano: pensamiento, sentimiento, acción. En realidad veís a la que llaman Mara Aranda moverse y emitir sonidos como cantos unas veces, otras como alaridos de dolor que cortan como cuchillos, pero ella no és la que canta ni la que hace que los recuerdos afloren, las sensaciones y sentimientos reverdezcan o marchiten o sientan en su pecho el abrazo de aquellos a los que perdieron a destiempo y tanto añoran. Yo también la veo, sentada tranquilamente en el palco y viendo como solamente es una pequeña luz, un faro diminuto para pequeños barcos que se han aventurado valientemente a la mar de las emociones, sensaciones, sentimientos, sueños y recuerdos, cuando no naúfragos aferrados a una última tabla, buscando en el negro azabache de la desesperanza o la incógnita, una nota de referencia aunque no esté pitagóricamente afinada, un brillito de esperanza.

No suelo ‘tocar dos veces el agua del mismo río’ así que cada edición del festival mi temario ha sido diferente, también mi enfoque, mis técnicas que han ido variando según he ido recibiendo información sobre cada alumno, porque al igual que en MTCH (medidicina tradicional china, arraigada en los fundamentos del taoismo) cada paciente necesita un tratamiento. Dos pacientes con la misma patología reciben tratamientos absolutamente personalizados porque la energía, el momento vital, la edad, la herencia congénita, las circunstancias personales y un infinito número de vectores convergen para que cada individuo posea un esquema individual que merece una atención y tratamiento absultamente personalizado para garantizar o aproximarse al éxito de tal empresa.

Decidí aplicar todo lo aprendido en ‘una vida anterior’ como decía Patricia Álvarez en una de las clases, cuando fuí médico especializado en MTCH tras cuatro años en la escuela Neijing, dirigida por el muy honorable Dr. José Luís Padilla, mi maestro, aunque hace más de 20 años que no nos vemos físicamente.

Empecé a dar forma trabajando con la base elemental del taoismo, en torno a cinco elementos: agua, madera, fuego, tierra y metal. Como podemos observar, el mundo, probablemente no quizá desde que es mundo, pero sí desde que la filosofía allá por los presocráticos comienza a separar el mitos del logos y establece una serie  de preguntas sobre cómo se origina el universo y en base a qué leyes se rige. Así vinieron las teorías sobre los cuatro humores, que en china eran cinco elementos, en India 7 chakras o niveles de consciencia y sanación…empecé a estudiar filosofía primeramente a razón de una hora al día que es lo que con todo mi esfuerzo podía dedicar y como desde aquellos primeros padres del pensamiento había ido evolucionado todo el flujo de interrelación entre elementos y sanación. Ya desde el principio en que el ser se encarna viene con alguna ramita torcida o malograda y esa ha sido la búsqueda del hombre desde la Antigüedad: la de la sanación y con ella la virtud física y espiritual, energética o anímica, como gustéis en reconocerla.

Los meses fueron pasando y este año no venía el frío, todo permanecía en status quo, trabajando mientras esperaba  en silencio, el recipiente perfecto a partir del cual se genera todo sonido.

Mi casa es como un monasterio, la ausencia de sonido adorna cada momento y la decoración es alguna piedra robada de cualquier camino y que volverá a algún punto de otro cuando ya haya cumplido su función. Nada permanece, todo es continuo movimiento. Cultivar la sabiduría del silencio interno es uno de los mejores métodos para conservar nuestra energía, reequilibrar nuestro ser profundo, y preservar nuestra salud física, emocional y espiritual. Así vívidamente lo entiendo.

Hay un flujo en el Universo que se llama Dao, o Tao, pero su nombre no importa, podría llamarse de cualquier manera. Fluye lentamente, pero nunca para y es increíblemente poderoso, manteniendo las cosas del Universo en orden y equilibrio. Se manifiesta a través de cambios de estaciones, ciclos vitales o mutaciones, un despliegue infinito de elementos.

Sigo perseverando cada día, destilando gota a gota, la esencia en este preludio y cada noche esperando el frío y la señal para empezar a trazar el mapa del camino que espera que recorramos, mar adentro.

 

Published by Mara Aranda

Mara Aranda es una de las intérpretes más aclamadas surgidas de la escena española. Casi tres décadas durante las cuales ha investigado y cantado músicas turcas, griegas, occitanas y músicas antiguas, medievales y sefardíes, que han dejado como resultado casi una veintena de discos propios de excelente factura merecedores de premios y reconocimiento por parte de público y también de medios especializados.

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