Nazar boncuğu y ‘echate a la mar’

Nazar boncuğu y ‘echate a la mar’

La imagen del ojo azul fue utilizada en la cola de los aviones de la Cia aérea turca Fly Air. Todo un símbolo en Turquía, la piedra azul  o nazar boncuğu (que viene del árabe y significa ‘vista o ver’), es un amuleto que protege contra el conocido ‘mal de ojo’, que también vi en Grecia en ocasiones, pero que en Turquía, se encuentra en cada casa, cada habitación, la mesa de trabajo de oficina en un lugar común, en los coches y auobuses, carros y caballos aun frecuentes en zonas rurales, carritos de bebés y por supuesto en el móvil. Este objeto protector, muchas veces portado como collar, pulsera o tobillera o anillo, está formado por círculos concéntricos o como forma de gotas en azu oscuro o negro, azul claro, blanco y azul oscuro y sobre lo que actua es una creencia popular de las más extendidas en el mundo, entendiendo que la mirada de ciertas personas puede dañarnos. Parece como si de otro ojo se tratara y es así que cuando el emisor de la mirada envenenada nos mira, el amuleto captará su energía y la devolverá como un espejo, rebotando directamente en su superficie protectora, y dirigiéndose directa y definitivamente a aquel que envía la energía corrupta.

Los amuletos más antiguos que se conocen son de la actual Siria, imágenes abstractas con ojos grabados, hechas de alabastro. También de Egipto se conservan varios Ojos de Horus azules, de los que el Museo de El Cairo conserva una buena muestra, y por supuesto existen abalorios de cristal de Asia Menor y de Islas del Egeo, también en tonos azules por el  porque el cobre y cobalto se tornan azules al hornearlos. Y también fenicios, asirios, romanos…

Célebres pensadores como Plutarco, instruido en filosofía, retórica y matemáticas, atestiguaron su veracidad. Y Plutarco en concreto lo hizo con una explicación científica: ‘el ojo humano tiene el poder de liberar rayos invisibles de energía que en algunos casos son lo suficientemente potentes como para matar a niños o pequeños animales, existiendo personas con una habilidad aun más fuerte para maldecir’…y aquí se refería a personas de ojos azules que eran una rareza genética en el área del Mediterráneo.

Hay personas sin embargo que hacen inconscientemente esta operación, cuando miran mal a alguien porque detestan intensamente algo de su aspecto o de sus actos o simplemente pensando en él con desprecio, aunque se encuentre separado del mismo por un océano.  Pero la creencia más común es que es la mirada maliciosa por lo general alimentada por la envidia la que actua sobre la energía del otro en base a que  ha logrado un éxito o reconocimiento y esa mirada es más antigua que cualquier talismán protector.

Posiblemente sea todo una sarta de supersticiones que además, siempre nos han dicho, que afectan precisamente a quienes creen en ellas. En Grecia recuerdo perfectamente que se escupía a los bebes y embarazadas para alejarlo, algo muy chocante cuando lo vi por primera vez pero a lo que luego uno se acostumbra rápidamente. Lo dejaremos así, en tablas. Puesto que si existe la temida ‘ojeriza’ también existe su opuesto, es decir, la proyección hacia otro de sentimientos positivos, constructivos que desencadenan oleadas de compasión, humanidad, crecimiento y amor.

Sea o no cierto, lo innegable es que hoy las cosas no podían haber sido más propicias. En el estudio hemos avanzado a pasos de gigante trabajando sugerencias sonoras que reactivan todas las improntas gratificantes de nuestra experiencia. Una especie de ondas se esparcían en la sala y hacían una especie de masaje sutil pero perceptible muy vívidamente en lo físico. Abel García nos acompañaba hoy con sus instrumentos de cuerda pulsada del Mediterráneo Oriental y con él nos hacíamos a la mar bonancera de las emociones más entrañables vividas.

 

Abel García, intérprete de instrumentos de cuerda pulsada del Mediterráneo Oriental

Mientras nos alejábamos de la orilla e izábamos nuestras velas recordábamos otros viajes pasados y cómo unen como lazos las trenzas de las travesías compartidas. Y con la garantía de que estamos libres del influjo de ojos que rebuscan y no miran porque la mar, como ‘un vasto espejo azogado’ les devolverá su rayo haciéndolos trizas.

Nazar boncugu, amuleto protector contra el mal de ojo

Published by Mara Aranda

Mara Aranda es una de las intérpretes más aclamadas surgidas de la escena española. Casi tres décadas durante las cuales ha investigado y cantado músicas turcas, griegas, occitanas y músicas antiguas, medievales y sefardíes, que han dejado como resultado casi una veintena de discos propios de excelente factura merecedores de premios y reconocimiento por parte de público y también de medios especializados.

Leave a Reply

Your email address will not be published.*