La puerta de Oriente

La puerta de Oriente

Suena la voz de Berta Aguado en mi portátil.

 

Nacida en Turquía en 1929 y fallecida en 2016, llevo escuchándola desde que tenía 20 años y está unida íntimamente a mi entendimiento y amor hacia las tradiciones ajenas. Esas que por distantes y diferentes que sean comparten con el resto de tradiciones del mundo un nexo común, una esencia misma. A los individuos receptores del legado de cualquier tradición les ocurre un fenómeno que se observa en otros ámbitos de la existencia. A unos les dá por sentir rechazo al verse reflejados en el otro y a otros por afrontarse, acercarse y entenderse, amarse en lo que son. Y todos ellos saben y sienten, conscientemente o en su más inconsciente espectro que vienen de un mismo origen y son en esencia réplicas, perfectas en sus pequeñas diferencias, con el resto de individuos. Escucho su voz  y sus comentarios antes de acometer romance o kantika o copla, hablando siempre en un tono agudo, como sus cantares, y muy deprisa y no puedo evitar una sonrisa.

La selección de las canciones para este nuevo disco se han hecho en base a la escucha de material sonoro en la biblioteca nacional de Jerusalén. Hace ahora dos años justamente estaba sentada en las grandes mesas compartidas, junto a estudiantes e investigadores de todo el mundo que vienen a consultar la impresionante colección bibliográfica y por supuesto su fonoteca, única en su género, nutrida de las aportaciones de diferentes musicólogos como Susana Weich Shahak, prologuista musical de la pentalogía, Oro-Anahory, Isaac Levy, Amnon Shiloah, Moshé Attias, Pimienta y otros que habían dedicado largos años de su vida a ir de pueblo en pueblo, siguiendo el rastro de los últimos transmisores de la tradición sefardita, que no solamente incluía sus cantos sino también cuentos, consejas, dichos, refranes y toda una serie de informaciones referentes a cuándo tenía lugar y en qué ámbito cualquiera de estas manifestaciones. Situada en el campus Givat Ram de la Universidad Hebrea de Jerusalén, alberga hoy día en su Fonoteca (Sound Archives) miles de documentos sonoros de inestimable valor procedentes de Sarajevo, Marruecos, Bulgaria, EEUU, Israel y otras muchas geografías.

Mucho se ha hablado de la diáspora sefardita y de los sefardíes, pero hubo otras antes que esta y ha habido otras después de la expulsión de 1492, de otros pueblos o etnias forzadas al exilio por la guerra, el hambre, la miseria. El término diáspora viene del griego speirein (sembrar), del verbo compuesto diaspeirein (diseminar), e indica la dispersión de una población.

Es mi segundo día instalada en Kumrulu, tres alturas bajo el suelo, en una de las colinas de Estambul. En la televisión emiten un documental de la CNN que atiende al hecho de las grandes diásporas en la historia: los pontios, armenios o los asirio-caldeos. Hoy recibo a la periodista escocesa de la prestigiosa revista Folk Roots que mi compañía discográfica ha invitado para hacer un extenso artículo musical.

No deja de llover desde mi llegada. Qué buena idea coger paraguas desde Valencia, justo en el otro extremo del Mediterráneo, uno de esos artículos que puedes comprar en cualquier bazar pero decides que te acompañe los 3.275,8 kilómetros, en línea recta, que la separan de Estambul.


Qué desazón! El teclado turco no tiene en el mismo lugar las letras y otros símbolos. El espaciador no funciona correctamente y tampoco puedo poner tildes, con lo cual cuando llegue a casa tendré que corregir estos textos que difícilmente mecanoscribo. Sentada en este escritorio ajeno, con las fotografías que imagino que a ella la conectan con lo vivido,  con la visión de la estantería llena de sus libros de estudio de Sigmund Freud, Fuat Ercan. Deposito mis dedos encima de las vocales y las consonantes de este teclado donde ella también los ha puesto tantas veces transportando de su mente al papel recortes de su vida como estudiante, como abogada, …

Es una casa agradable, con las paredes pintadas de colores: el recibidor en verde, en salmón el dormitorio, el cuarto de baño en morado chillón…con cuadros de Klimt en las paredes e inciensos y algunos cirios en los pequeños estantes reutilizados, con heridas de antiguas guerras.

Me asomo a la ventana, ahora llueve y no se ven más que sombreros por la calle, pocos paraguas, porque hay tal cantidad de peatones que sería prácticamente imposible andar con él. Iría enganchándose en la melena de las chicas, las varillas de otros paraguas, los picos de ponchos -moda de este año- y pañuelos e imposibitaría el fluir normal de viandantes en la ciudad.
Istiklal es el nombre de la calle principal que va desde Plaza Taksim a Torre Galata, llena de comercios: librerías, tiendas de música, bisutería oriental, ropa, cinturones, pañuelos, sombreros, medias y calcetines y también restaurantes que no cierran ninguna hora de los días sus cocinas. Calle permanentemente en obras donde el pavimento lleno de grietas, se constituye en un peligro para zapatos que andan despistados, con prisa o a la ligera, por donde el agua llovida entra y los papeles empujados por el viento encuentran cobijo y compañía en ellas. El polvo se mezcla con las arenas y restos de cemento de los obreros dando un aspecto de descuido y abandono que a nadie parece importar.

Suena el telefonillo, es Jan, la periodista. Nos vamos a pasear.

 

Mara Aranda presentará nuevo disco en enero de 2019 
dedicado a la música sefardita turca.
Este blog nos invita, en cada entrega, a recorrer la 
geografía musical del Mediterráneo Oriental, donde el 
presente y el pasado de la autora se ven reflejados con 
extractos de sus diarios personales de bitácora (en cursiva el viaje de estancia en 2006 y en letra normal el diario de la
 grabación de Sefarad en el corazón de Turquía, día a día).

Published by Mara Aranda

Mara Aranda es una de las intérpretes más aclamadas surgidas de la escena española. Casi tres décadas durante las cuales ha investigado y cantado músicas turcas, griegas, occitanas y músicas antiguas, medievales y sefardíes, que han dejado como resultado casi una veintena de discos propios de excelente factura merecedores de premios y reconocimiento por parte de público y también de medios especializados.

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