El color de los días

El color de los días

Valencia, diciembre 2018

Último día en el que los colaboradores y músicos que participan en ‘Sefarad en el corazón de Turquía’ pasarán a grabar sus consteladas inspiraciones por el estudio. Abdelatif Louzari con su violín preparado para la batalla de amor místico y terrenal a través de las piezas que tendrá que grabar.

Abdelatif Louzari, violín

Llueve, se ha quedado el día de nuevo gris. El invierno con su paleta de colores en la sombra. El fuego de la chimenea nos trae el recuerdo del verano.  El sol quema los ojos con su potente luz y su ígnea esencia se despliega en esas tonalidades anaranjadas y amarillas, potentes, luminosísimas.

Jota comanda las máquinas del sonido y del tiempo. Es lo más parecido a hacer magia, similar a la sensación de volar en sueños. Ahora ya no viajo como hace unos años. Aun recuerdo con claridad uno de ellos en los que simplemente iba a recoger conchas a la orilla del mar. En los últimos años son ‘vuelos de trabajo’ en los que soy danzante, casi siempre en espacios muy grandes pero cerrados, pabellones enormes donde por un motivo u otro tengo que danzar en el aire.

Arrecia en las ventanas la lluvia, hoy no parará, quizá los micrófonos recojan un poco de este particular color, por si desapareciera el tono de estos días y quedara este mensaje, en código cromático, para la posteridad.

Mara Aranda junto a Abdelatif Louzari

 

 

Estambul, 2006

El plano otomano más antiguo que se conoce, el de Matrakçı Nasuh, de 1538

“Descripcion de Constantinopla” es un libro de Federico Gravina escrito a partir del manuscrito inédito del  “Viaje de Federico Gravina a Constantinopla” de 1788, conservado en la Biblioteca Real de Madrid. Refiere el viaje que este navegante hizo para llevar al primer embajador turco que tuvo España, después de que Carlos III interesado en pacificar el Mediterráneo y, por supuesto, establecer relaciones comerciales con el mundo musulmán, firmó el tratado entre España y el Imperio Otomano en 1782 y se hicieron intercambio de embajadores dos años después.

Mapa de Estambul en el siglo XVIII

El libro recoge la visión de un hombre de la Ilustración que se acerca a un mundo muy lejano a su pensamiento y formas. Lo que más me llama del texto es como describe la ciudad, mucho más pequeña y formada por pueblos como Dolmabahçe,Tophane, Büyükdere, Ortaköy, karaköy…que hoy son barrios de Estambul, cuyos “vacíos que dejan estas poblaciones estan ocupados de cementerios, con arboledas interpoladas con ellas que hacen con la variedad mas hermoso el golpe de vista”. Hoy no existen vacíos! Es una gran gigante que olvida sus necesidad de parques y zonas verdes.

Me detengo en la descripción d’Agia Sophia…”Siete son las mezquitas reales de Constantinopla y con razón debe darse el primer lugar a Santa Sofia por su antigüedad y por haber servido de modelo a todas las demás. Está fabricada en el mismo sitio  donde el Gran Constantino fabricó en el año 325 una mucho mas pequeña dedicada al Verbo Increato o a la Santa Sabiduria que es lo que significa en griego Aya Sophia. Un terremoto destruyó totalmente este templo. Constancio, su hijo, edificó en el mismo lugar y con la misma denominación otro mas grande.” Aun después se destruyó en una rebelión, vuelta a reconstruir, vuelta a quemar…reedificada nuevamente y de nuevo otro incendio que consumió la mayor parte de la ciudad y devoró Santa Sofía. Muy frecuentes en el siglo XVIII solo en 1782 hubo dos enormes incendios,el 16 de julio y el 22 de agosto en el que ardieron 18.000 y 60.000 casas, de madera y pintadas com aceite de linaza, cómo no iban a prender. Después de reedificada tal y como la conocemos ahora por Justiniano aun sufriría dos terremotos aunque los daños fueron parciales y pudo ser restaurada.

“Su situación es en lo mas elevado de la colina última del antiguo Bizancio, obra magnifica, tanto por ser la primera en su clase fabricada en el orbe cristiano como por su mucha extension y soberbia arquitectura. Es una perfecta cruz griega. Su arquitectura exterior es demasiadamente maciza y han tenido que fortalecerla y sostener por el exterior la media naranja con cuatro estribos a manera de gruesas torres. Una media naranja de un diámetro de 42 varas iluminadas por veinticuatro grandes ventanas.  107 columnas de diferentes mármoles, de pórfido y granito oriental conducidas de Egipto, de Grecia y de los templos de las islas del Archipiélago

Mohamed İİ habiéndose apoderado de Constantinopla  subió al altar y sentándose sobre él hizo su oración. İnmediatamente que bajó lo mando demoler y echar al mar los escombros. Hizo al  mismo tiempo colgar en la columna debajo del dosel donde estaba el Solio del Patriarca una tela de oro, bordados en ella algunos caracteres árabes, la cual habia servido de cortina a la puerta de la Meca, y esta fue la consagración que hizo para que de templo de la Sapiencia del Verbo Eterno, o Aya Sophya, pasase a ser la primera mezquita de Cosntantinopla”. Esto fue el 29 de mayo de 1453.

A unos pasos de Agia Sofia están los sepulcros ricos en mármol y con muchos cirios y lámparas grandes alumbrándolos, de algunos emperadores otomanos, incluyendo el de Murat, su mujer y sus 120 hijos degollados por su sucesor el mismo día, así que bajo el turbante de estos hay un pañuelo blanco para indicar cómo fue su muerte.

Hace un día muy soleado y veo venir al patio a dos palomas a recoger las migas. En Estambul les echan mucha comida todos los días, pican el grano y vuelan a otra parte.

Palomas en el patio soledado de mi casa en Estambul
Mara Aranda presentará nuevo disco en enero de 2019 
dedicadoa la música sefardita turca. Este blog nos 
invita, en cada entrega, a recorrer la geografía musicaldel Mediterráneo Oriental,donde el presente y el pasado de la autora se ven reflejados con extractos de sus 
diarios personales de bitácora (en cursiva el pasado,en normal el momento actual).

Published by Mara Aranda

Mara Aranda es una de las intérpretes más aclamadas surgidas de la escena española. Casi tres décadas durante las cuales ha investigado y cantado músicas turcas, griegas, occitanas y músicas antiguas, medievales y sefardíes, que han dejado como resultado casi una veintena de discos propios de excelente factura merecedores de premios y reconocimiento por parte de público y también de medios especializados.

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