Hace ahora algo más de ocho años que Carles Magraner, director de Capella de Ministrers, tuvo un sueño.
En ese sueño visualizó una población que cuando se ve de lejos y de noche, se tiene la sensación ‘de que flota en el oscuro cielo’, llena de músicos venidos desde todo el mundo: profesores infundiendo en sus alumnos el respeto por el sonido, la armonía, el ritmo y alumnos, como receptáculos recibiendo el elixir de la sabiduría que destilan desde las antiguas partituras con notación neumática hasta las propuestas más atrevidas en la interpretación, estilo o transmisión del pasado musical, desde el presente.
Sin menos poesía, Morella es especial. Durante una semana se vive dormido y se sueña despierto. Hay tantas actividades: conciertos, clases, yoga adaptado para músicos y yoga funcional, ensayos colectivos, conferencias, audiciones, música que surge espontáneamente en cualquier rincón donde alguien espera a otro alguien y mientras lo hace toca: en un banco frente al ayuntamiento, en las escalinatas que descienden, junto al ayuntamiento, hasta la lonja, en una cafetería a pie de calle, …hay danza, visitas nocturnas guiadas al castillo y al monasterio, jam session.
Pero sobre todo hay un compañerismo emocionante. Los profesores nos acercamos con nuestros alumnos a los espacios donde prtros profesores imparten sus clases para ver la particular manera de afrontar la música. Compartimos saberes y eso es lo que hace que el mundo se mueva de una particular forma estos días por estos lares. Nada es nuestro, todo nos fue dado (no sin esfuerzo) y eso es lo que hay que trasmitir básicamente a aquellos que van a tomar el relevo cualquier día de estos. Y es por eso que lo damos con gratitud. Lo damos agradeciendo de que haya alguien que pida lo que sabemos.
Este año fue muy especial y emotivo para mí, comencé a trabajar el tema de la sanación a través de la voz. Después de casos aislados de terapias con alumnos afectados de TEA (autismo), cáncer, depresión, infertilidad y otras disfunciones y patologías decidí poner en práctica en Morella mi asignatura al servicio de la sanación a través de trascendencia en el sonido. Por supuesto que hemos cantado y mucho! pero sobre todo hemos experimentado la vibración elemental. El cataclismo producido es solamente el principio de un proceso que ya no tiene vuelta atrás en todos aquellos que lo vivenciamos.
Gracias a mis alumnas: Ángeles, Teresa, Esperanza, Beatriz, Maite y Lorena.