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Del gr. διασπορά diasporá ‘dispersión’.
Del gr. διασπορά diasporá ‘dispersión’.
De Jota Martínez hay pocas cosas que pueda contar imparcialmente. Involucrado desde hace diez años en mis proyectos ha sabido ser un buen padre para mis vástagos musicales y biológicos. Director de mis trabajos relacionados con la música antigua y la música sefardita y, además intérprete de instrumentos de cuerda pulsada de la tradición medieval española, especialmente de cítolas, laúdes y viola de rueda.
Esta canción está contenida en este disco solamente por deseo de dos personas clave en la realización y confección del mismo: Jota Martínez, su director musical y Alfons Almiñana, el técnico de sonido y a quien debemos que cada canción de este disco suene de la forma en que lo hace. Descartada por tener una ligereza y una temática que no acababa de estar dentro de los parámetros de mi estética decidí dejarla a un lado. Pero ambos me convencieron de devolverla al conjunto de canciones porque el disco estaba quedando rematadamente serio. Aquella consideración que hicieron con mucho humor ambos trocó mi decisión y aquí queda incluida. Seguro que muchos de ustedes están en deuda con ellos.
Siempre hubo hombres malos en todas las épocas, geografías, cualquiera que fuera su orientación religiosa. Siempre hubo hombres buenos, en todas las épocas, geografías, cualquiera que fuera su orientación religiosa.
Posiblemente una de las canciones menos versioneadas de las que yo tenga constancia, y una de las más bellas del cancionero sefardí.