Agua viene y va

Tan solo hace unos meses, preparando mi participación en la séptima edición del curso de música medieval, renacentista y tradicional que se celebra en Morella, di con los estudios de varios investigadores, científicos e incluso el Premio Nobel de medicina Luc Montagnier, por el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Todos ellos hablan de que el agua tiene memoria, y que se mantiene incluso después de muchas diluciones, lo cual por cierto es el principio de la homeopatía, tan denostada por el colectivo científico y médico con claros intereses en quitar de en medio cualquier competidor para la alopatía, nuestra medicina occidental, que genera por su asociación con las farmacéuticas, beneficios inmorales por no entrar en la sospecha de que muchas veces es la propia industria farmacéutica la que genera y se encarga de transmitir infecciones entre la población para poder vender su antídoto.

La homeopatía tiene su origen en la Grecia antigua, que ya utilizaban como un medio para la sanación, conjuntamente con la alopatía que también tiene su origen en ésta. La palabra griega Homoios, significa, semejantes, y de ella se deriva el nombre de Homeopatía. Mientras Alos, también del griego, significa, contrarios, y de ahí deriva el nombre de Alopatía. Ambas técnicas de curación, por semejanza o contrariedad de las sustancias empleadas, ya se utlizaban desde entonces, y que imagino combinarían o determinarían un modo u otro de tratamiento, según las necesidades del enfermo.

No quito valor a la medicina occidental, aún con sus técnicas prueba/ error con las que se ha matado a tantos como ha sanado para seguir evolucionando, aún cuando sus soluciones son poco más que paliativas, es decir calman el dolor, ponen una tirita sobre la herida esperando a que cure, sin entender ni querer entender muchas veces que esa herida es solo la cara visible, epidérmica, de una patología en un nivel más profundo y menos visible que hay que detectar, diagnosticar y sanar, desde la raíz. Y la posición de determinados empresarios infiltrados que han hecho de la enfermedad un negocio de los que más beneficios genera a nivel mundial. Pero tampoco se lo quito a muchísimas otras formas de sanación.

Para efectuar mi trabajo me voy 5000 años atrás, el origen de la medicina oriental, que ya reconocía el origen psicológico y por tanto psicosomático de muchas patologías, y me centro en la teoría y práctica del taoísmo y sus guerreros: los cinco elementos.

Comienzo con mis alumnas el curso, bautizado el día anterior de su comienzo por una tormenta de agua y pedrisco que hacía bajar por toda Morella las aguas atropelladamente. Se preludiaba una experiencia con bolsa, que iba a arrastrar muchos residuos y a limpiar muchas estructuras a través de las energías celestes, esas que no podemos afortunadamente controlar y que ellas decidan cuándo y de qué manera manifestarse y a quien.

Nuestro lugar de trabajo los próximos días está ubicado en el complejo formado por el convento, la iglesia, el claustro y otras dependencias anexas. Comenzamos nuestro viaje interior en la sala de profundis, donde cuando uno de Los hermanos de la congregación franciscana moría, se instalaba hasta el momento de su entierro. Fue un espacio construido a mediados del siglo XV y una de sus paredes estar decorada con uno de los frescos donde se encuentra la danza de la muerte realizada por incisión con un punzón y coloraciones a base de tierras comunes y con retoques en seco.Vemos reflejada en esa danza macabra tan común en la Edad Media todos los estamentos de la sociedad medieval que danzan cogidos de las manos, mostrándonos como todos somos iguales y no hay diferencias cuando morimos. De nada no sirven nuestros lujosos ropajes de reyes, obispos y nobles o la miseria de las prostitutas, los pobres o la inocencia de los niños. La muerte nos miraba todos con los mismos ojos. También a nosotras que trabajando descalzas sobre las frías losas del suelo, comenzábamos a resonar con el elemento origen, entender que el ciclo de la vida no se cierra y que puede entenderse como un círculo sin principio ni final. Comenzamos a experimentar la trascendencia desde el momento presente, imaginando por la plasticidad y mensaje de la sala que nada es permanente, todo está en continuo movimiento.

Entramos en resonancia con la matrix de la vida: el agua que se manifiesta en el exterior de nuestra estructura corporal a través del frío, de la oscuridad de la sala, del mensaje de la muerte como yin absoluto. Nuestros líquidos internos, hasta un 70-80% en los seres humanos y también en la superficie planetaria comienzan un movimiento vibracional.

Trabajamos el movimiento y la quietud, el sonido y el silencio.

Cuando abandonamos la sala todas sabemos que no olvidaremos este bautismo que augura renacimiento.

Serie de vídeos grabados en el marco del curso Transcendencia en la Música tradicional, impartido por Mara Aranda (Early Music Morella 2018). Improvisaciones sobre el trabajo de voz y elementos que desboca en el movimiento. Grabado en el Jardín de los Poetas de Morella. FINICIO. Todo final es un comienzo y viceversa. El agua desde su profunda negritud silenciosa desde donde emerge toda vida.
www.patriciaalvarezdanza.com

Published by Mara Aranda

Mara Aranda es una de las intérpretes más aclamadas surgidas de la escena española. Casi tres décadas durante las cuales ha investigado y cantado músicas turcas, griegas, occitanas y músicas antiguas, medievales y sefardíes, que han dejado como resultado casi una veintena de discos propios de excelente factura merecedores de premios y reconocimiento por parte de público y también de medios especializados.

Leave a Reply

Your email address will not be published.*