https://youtu.be/YOnwqLPuifc
Ayer, cuando recibí el galardón que concede el COM, al mejor disco de folk por Mare Vostrum dije estas palabras: ‘si veis por el suelo dando tumbos algo, no es una canción improvisada, es mi corazón que creo que de un momento a otro se saldrá de mi pecho’. Tan fuerte me latía que me hacía daño y me daba miedo…cada cual padecemos de unos dolores.
Pero lo que quería haber dicho era esto que sigue:
Me gustaría pensar que todos los que estamos aquí esta noche vamos a una, a partir de ahora, y además, sin excusa. Que el COM llegue a la décima edición , con estos premios que celebramos esta noche, no es casual ni se ha dado de repente, como una espontánea creación. Ha habido gente con nombre y apellidos que han puesto cuidado en esa semilla: músicos noveles e históricos, ideólogos, periodistas…para que germinara, velando noche y día hasta que empezara a sacar el primer brote y de ahí un tallo débil pero decidido a salir adelante y que consiguiera, después de pasar inclemencias de toda suerte, sacar una primera flor.
Los premios del colectivo Ovidi Montllor se celebran esta noche en el Palau de la Música de Valencia, puertas que siempre tendrían que haber estado abiertas para el mundo entero, como no, y también para todos los valencianos y la música en valenciano. Ahora tenemos la flor, aquí la tenéis abierta exultante, hermosa, insinuante, llamando a la fecundación. Espero que ahora no le salgan demasiados pretendientes que quieran llevarse aunque sea, a bocados, algún pétalo, de recuerdo o para decoración. Ahora que tenemos la flor somos todos padrinos. A ver si juntos, conseguimos hacer que madure con ventura para que de ella salgan muchas esporas que arraiguen en esta tierra y llamen a nuevas flores haciendo de este montón de tierra seca una pradera inmensa donde de gusto salir a tomar el sol.
Todavía queda mucho para hacer y, desde aquí veo mucho hombres y mujeres, jóvenes, y valientes. Subiros las mangas y al surco, porque aquí hay trabajo para todos: políticos, instituciones, músicos, periodistas, asociaciones, amigos y parientes de esta causa nuestra.
10 años del COM, 20 años desde que Ovidi se fuera de vacaciones y 25 años que una servidora celebra, con este disco que ahora premiáis, Mare Vostrum, su trayectoria profesional.
Con Mare Vostrum he querido huir de dar importancia personal al trabajo, por eso no hay una fotografía en la portada de ‘la cantante’. Pero detrás de esa portada, con un sencillo cielo sobre mar, hay un entramado de complicidades, obsesiones personales, retos y empecinamientos, incluso exorcismos, catarsis y pesadillas, de dos grandes y potentes fecundadores: Jota Martínez, por un lado, que desde hace más de veinte años trabaja en recuperar la iconografía musical medieval de la Península Ibérica y del País Valenciano, concretamente, en los últimos años, y volverla a la vida. Instrumentos musicales que han pasado del papel donde los dejaron dibujados, iluminados, los copistas de antaño, o la piedra donde los inmovilitzaran e inmortalitzaran en las fachadas de las iglesias y catedrales, las arquivoltas y artesonados de edificios religiosos y civiles que trabajaban diestramente los cinceladores. Compositor diligente, arreglista que respeta y se mira el mosaico de ricas tradiciones que componen nuestra geografía compartida y un compañero de viaje al que aprecio. Y por otro lado, qué si uno es el alma, el otro es el corazón: Abel García, aplicado a la interpretación de los instrumentos de cuerda pulsada del Mediterráneo Oriental, tomando toda la herencia antigua de la que son herederos y llevándola un paso adelante, …uno o dos. La Tradición, ya se ha dicho y se ha cantado, por arriba y por abajo y en los museos sonoros es una inestimable exposición…pero hay que evolucionar, con sabiduría e inteligencia, tacto y respecto al por mayor. Sólo así conseguimos ‘sintonizarnos’ con el tiempo que nos ha tocado vivir, con sus códigos, su latido. De esto es un maestro Abel, madera nueva para este viejo barco.
Después de 25 años de trayectoria profesional…las cosas empiezan a tomar sentido y nítidamente se definen con sus exactas proporciones. Esta ‘vieja barca’ que ha llevado los tesoros de su tierra, como nuestra lengua, a todo el mundo ha pasado media vida recogiendo de aquí y de allá, otros tesoros, y ahora le pesan demasiado, hace falta aligerar el peso para emprender otras travesías…he dicho vieja, no he dicho cansada ni con falta de ilusión y aliento . Mientras el viento sople en esas velas habrá un motivo de viaje nuevo. Por eso el Mare Nostrum ya no es nuestro…es para vosotros, para siempre…por eso Mare Vostrum.
Todo tiene nombre y apellidos: causas, nobles ideas, trabajos, altos pensamientos…este disco y este premio que ahora recibo también. Pero yo, nosotros, partiremos y las marcas de nuestra barca en la arena que se adentra en el agua las borrará cualquier ola, dulcemente. Y cuando ya no queden señales en la arena, ni nadie recuerde nuestros nombres, la mar seguirá ahí, eterna.