Décimo track: El ignorante afortunado

Esta canción está contenida en este disco solamente por deseo de dos personas clave en la realización y confección del mismo: Jota Martínez, su director musical y Alfons Almiñana, el técnico de sonido y a quien debemos que cada canción de este disco suene de la forma en que lo hace.  Descartada por tener una ligereza y una temática que no acababa de estar dentro de los parámetros de mi estética decidí dejarla a un lado. Pero ambos me convencieron de devolverla al conjunto de canciones porque  el disco estaba quedando rematadamente serio. Aquella consideración que hicieron con mucho humor ambos trocó mi decisión y aquí queda incluida. Seguro que  muchos de ustedes están en deuda con ellos. Sigue leyendo

Noveno track: Sol la Sadiqa

Siempre hubo hombres malos en todas las épocas, geografías, cualquiera que fuera su orientación religiosa. Siempre hubo hombres buenos, en todas las épocas, geografías, cualquiera que fuera su orientación religiosa. Sigue leyendo

Séptimo track: Al pasar por Casablanca

Dicen que ‘quien tiene castañuelas baila al son de ellas’ y así fue. Diestra no solo en el zapateao y el flamenco, sino también en ese milenario instrumento de percusión que elevaron, de sus humildes principios, a instrumento que José de Udaeta impuso en las orquestas más importantes como la Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Herbert Von Karajan, el Rokoko Theater de Stockholmo, el Grupo de Percusiones de Strasburgo,… Acompañó también a la soprano Montserrat Caballé en la Scala de Milán, en el Carneghie Hall de Nueva York, en el Covent Garden de Londres, en el Théâtre des Champs Elysées de Paris. En 1990 creó la Sociedad Internacional de la Castañuela Musical en Colonia. Sigue leyendo

Sexto track: La muerte personificada

Las canciones que componen el repertorio luctuoso sefardí son llamadas ‘endechas’ y también ‘oinas’. Presentamos nuestra versión inspirada en la cantada por Henrriette Hazen que grabó un disco en 1982 cuyo título es De Tétouan à Oran: Chants Judeo-Espagnols, en el que encontramos la información de que “Henriette Azen, después de diecisiete generaciones de rabinos de Tetuán, nació en Sidi-Bel-Abbes y vive en París. Nos deja sólo el tesoro de su madre, la reina Teboul, ella misma la hija Rahel Bibas cuyo marido, el rabino, era descendiente de una familia sefardí ilustre que, en 1575, dio su nombre a una sinagoga Tetuán . Hija única, Henriette Azen aprendió todo de su madre, y ya había memorizado el repertorio a la edad de doce años. No fue hasta casi medio siglo más tarde, gracias a Haim Vidal Sephiha (Asociación Vidas Largas), en que se dio cuenta del legado de valor incalculable”. Sigue leyendo