GEOGRAFÍAS DE LA DIÁSPORA
SEFARAD EN EL CORAZÓN DE BULGARIA VOL. IV
Mara Aranda es la intérprete de música sefardita española más internacional, tras más de tres décadas trabajando en torno a los repertorios históricos.
Su trabajo de estudio la ha llevado a viajes de residencia en Salónica (Grecia), Estambul (Turquía) y Jerusalén (Israel), previos a la grabación de estos discos, para recabar la necesaria información del contexto histórico y cultural al los que se encuentra inextricablemente ligados.
Actualmente es directora del Centro Internacional de la Música Medieval, donde todas las tradiciones culturales que tuvieron su expresión en esta época, el Medioevo, se dan la mano, poniéndose en valor y restaurando el lugar en la historia, el pasado de nuestro presente, que todas estas manifestaciones merecen.
En este disco se dan la mano intérpretes de diferentes nacionalidades que aportan los matices distintivos de sus respectivas tradiciones.
Según el Doctor Marcel Israel, el Djudézmo, la lengua hablada por los sefaradíes de Bulgaria, tiene sus particularidades habida cuenta de que, perteneció al Imperio Bizantino durante más de cien años, desde 1018 y, posteriormente al Imperio Otomano desde 1396 hasta 1878 (se insertaron palabras y expresiones turcas en el habla pero también griegas, arnaútas (de Albania), italianas, francesas, rumanas, alemanas, yídish y, evidentemente búlgaras, enriqueciéndola y haciéndola diversa y particular.
Al hablar de lenguas es necesario, y apropiado, referirnos a Elías Canetti, el premio nobel de literatura en 1981, nacido en Ruse (Bulgaria) y procedente de una familia de comerciantes de origen sefardí. Sus antepasados paternos, de apellido Cañete, por la población de Cuenca de la que procedían, tras la expulsión cambiaron su apellido. En su autobiografía nos cuenta que en el seno de su familia se hablaba judeoespañol, lengua de la intimidad del hogar y de la primera infancia, pero a partir de los siete años empezará a aprender alemán por avatares de su destino. Canetti no olvidará jamás su lengua de origen y, sobre todo, la conciencia de pertenencia, a través de aquella lengua, a sus raíces vitales más hondas. En El juego de ojos proclama que no ha olvidado las canciones y los refranes en español oídos durante su infancia.
Al morir, Canetti fijó la publicación de sus diarios, que concebía como un diálogo solitario consigo mismo, quizá su interlocutor más vitriólico, para 30 años después de su muerte, es decir, para 2024. Sirvan los cantes y sonidos incluidos en esta grabación, que también verá la luz en 2024, como homenaje al insigne pensador y escritor que sentenció que ‘Solo buscarás la nada para encontrar el camino que te permita eludirla’ enfocado en el más alto y noble sentido de su producción que era mostrar el camino a todo el mundo, ser testigo y luz de la memoria, aun cuando hubiera de perseverar en la tristeza o la desesperación por tal de ‘aprender cómo sacar de ahí a otras personas’.
Como reza el refrán sefardí sin memoria no hay avenir.