Nuestro periplo empieza por el final, visitando el Real Monasterio de Santa Maria de Ripoll, fundado hacia el 880, con su impresionante portada románica y su claustro que fue prácticamente lo único que quedó en pie después de la guerra Carlista. Una de las más espectaculares muestras de la escultura gótica catalana. Margarita, una catalana ‘amb tres estelades al meu balcó’ nos explica como guía oficial los entresijos y pormenores de la portada y el claustro (posterior, del s. XII), cuyos capiteles, originales, están adornados con motivos animales reales o fantásticos, vegetales y humanos. También el monasterio guarda la tumba de su fundador, el conde Guifré el Pilós, conocido por crear el casal de Barcelona y la leyenda de la bandera con las bandas rojas sobre fondo dorado. Los segundos hijos de las familias nobles eran monjes así que el Monasterio contaba también con grandes posesiones en toda la Cataluña reconquistada.
En el s.VII también Ripoll contaba con uno de los scriptoriums, aunque desgraciadamente no se conservó, más importantes de Europa. Los monjes copiaban y producían codex que viajaban por todo el continente y uno de los más importantes fue el abad Oliva, conocido por impulsar las asambleas de paz y tregua, que dicen que fue el origen de las cortes catalanas.
El FEMAP, festival de música antiga dels Pirineus, este año celebraba su 7ª edición e invitaba a Valencia como territorio geográfico a participar, con 49 conciertos que acercan a poblaciones músicas que han traspasado la barrera del tiempo llegando con la misma vigencia y potencial que cuando fueron creadas siglos atrás. Maravillosos músicos y compañeros.
Presentamos Diáspora, nuestro último trabajo en poblaciones como Llanars, en la comarca del Ripollès que se sumaba por primer año al festival o Urús, en La Cerdanya. También nuestras notas se hicieron sentir en Salàs de Pallars. Acompañada por mi equipo habitual: Jota Martínez, Abel García y Fernando Depiaggi, entre la piedra del románico y los últimos tonos amarillos del verano pirenáico y apoyados por un equipo absolutamente profesional: Thor, Patricia y Jordi que en todo momento nos tuvieron bajo estricta vigilancia y observación en cuanto a nuestras necesidades y resolvieron cualquier eventualidad. Grandes ‘fondistas’, altletas de la producción de primera línea han hecho nuestro paso por el FEMAP un viaje en barca en un lago prístino, en un día en bonanza.
Damos las gracias a todos los vecinos de las poblaciones que se acercaron a disfrutar y apoyar el festival. Todos los conciertoscompletaron su aforo sin dejar una sola silla libre, lo cual indica el nivel de aceptación y de apoyo, porque cada actuación requiere de entrada remunerada. Gracias también a su director Josep Mª Dutren por no solo la valentía de su propuesta sino porque su grandísimo esfuerzo es el que, como una columna vertebral, mantiene este entramado firme y sostiene todo el aparato que conlleva un festival de estas magnas dimensiones.
Por último gracias a Marga Landete, directora adjunta de Música y Cultura popular valenciana en el Instituto de Cultura Valenciana que asistió a nuestro concierto final. Esperamos haber sido dignos representantes de nuestra comunidad y además que el esfuerzo dedicado y el empeño invertido en estos últimos casi treinta años de carrera, materializados en este último programa que presentábamos, hayan dejado alguna espora en estas tierras hermanas.