Cantar a ritmo de escoba

Cantar a ritmo de escoba.

Anoche tocamos en Logroño, música en los tiempos de Cervantes: Jota Martínez, Robert Cases y una servidora. Allí estaban recibiendo a los invitados al evento privado, don Quijote y su inseparable Sancho.

Mientras preparábamos estos días el repertorio me venía a la cabeza ese 
capítulo XLI de la 1º parte. El cautivo Ruy Pérez y los demás fugitivos de África desembarcan en territorio español, entonces Zoraida y un renegado van vestidos como árabes; un joven cristiano se topa con ellos y “como él los vió en hábitos moros, pensó que todos los de la Berbería estaban sobre él, y […] comenzó a dar los mayores gritos del mundo, diciendo: —Moros, moros hay en la tierra; moros, moros, arma, arma”, llamando así a la defensa contra lo que el joven creía una invasión del enemigo. En el Quijote se menciona varias veces a los moros y sus conflictos con los cristianos. Sin embargo los judíos solamente están referidos en el capítulo en el que Sancho dice que “…creo, firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la santa Iglesia católica romana, y el ser enemigo mortal, como lo soy, de los judíos, debían los historiadores tener misericordia de mí, y tratarme bien en sus escritos…”. 

Recuerdo la presentación del libro de Santiago Trancón -leonés, escritor y actor- al que conocimos en uno de los congresos que tuvieron lugar en Zamora. Según él ‘don Quijote era leonés y judío y es así que los paisajes que encontramos descritos en la obra en donde se desarrollan las andanzas del hidalgo, pertenecerían a tierras leonesas. Lo de La Mancha era un recurso literario‘. Plantea Tarancón que Cervantes nunca vivió en La Mancha y que utiliza el término manchego como sinónimo de “manchado” o “converso”. Trancón utiliza dos tipos de argumentos para defender su tesis: por un lado, las huellas familiares judías de Cervantes,  pues apellidos como Cervantes, Saavedra y Quijana, son de origen judío medieval y gallego-leonés, mezclados con la mediana y baja nobleza. Los Quijana eran conocidos judíos de Esquivias y Cervantes casó con una Quijana, además de tener una hija con otra conversa, Ana de Rojas. Por otro, el conocimiento que tiene del paisaje, el entorno y las costumbres de la zona del Noroeste peninsular y que se encuentran diseminadas a lo largo de toda la obra. Sigue leyendo

No te arrugues cuero viejo

Hay un viejo refrán, no muy conocido por estas latitudes y sí mucho en hispanoamérica que dice ‘no te arrugues, cuero viejo, que te quiero para tambor’ . Su significado a priori, por ser poco conocido y, por tanto poco utilizado desconociendo el contexto en el que utilizarlo, exhorta a que una persona no se rinda y mantenga su esfuerzo.

Imagen: Fernando Depiaggi, izquierda, sosteniendo un pandero turco y Jota Martínez, derecha, con un laúd también turco (lavta). Sigue leyendo

La bella de Tetuán

Recuerdo el Melaj, el barrio judío de Tetuán, constituido por más de trescientas calles, angostas, con paredes blancas y puertas verdes, rectas y no tortuosas ‘como los barrios de los moros’ bajo arcos que unen un muro con el otro, y donde llegaron a haber 16 sinagogas. Los interiores de sus casas estaban decorados en estilo castellano. Sigue leyendo