
Hace días que no paro de llorar. Así como esos días previos a la menstruación en las que si no tienes motivo para moquear te lo inventas. Empiezas a imaginar la pérdida o desgracia de seres queridos y cosas similares que inevitablemente te llevan a la pena y ésta al llanto, silencioso. Sinceramente, qué aburrimiento. Me pasa lo mismo desde que tenía 11 años en que tuve mi primera menstruación.