Hace días que no paro de llorar. Así como esos días previos a la menstruación en las que si no tienes motivo para moquear te lo inventas. Empiezas a imaginar la pérdida o desgracia de seres queridos y cosas similares que inevitablemente te llevan a la pena y ésta al llanto, silencioso. Sinceramente, qué aburrimiento. Me pasa lo mismo desde que tenía 11 años en que tuve mi primera menstruación.
Acabo de tener la menstruación más larga de mi vida, casi un mes sangrando sin parar. Después de dos semanas, cosa inusual completamente, fui al médico de cabecera para que me mandara al hospital. ‘Ya te llamarán. Te he puesto prioritario’. Bien, y aquí estoy esperando y mientras pensando sin querer, pero al fin y al cabo queriendo. Y para no desvariar, me he metido en internet, buscando información…craso error?.
‘Posibles causas de sangrado…
Algunas veces, el sangrado vaginal puede deberse a un cáncer o precáncer’. Claro, esto es lo que extraigo de un párrafo de unas 30 líneas, de las que me quedo con estas dos por si acaso, …el peor de los casos. Así me voy haciendo ya a la idea. Para celebrarlo, esta noche que estoy sola me he hecho una de mis cenas favoritas: queso, vino blanco y patatas fritas de bolsa. Toda una gourmet, ya ves. No se, por si acaso se confirma el peor de los casos y mi cuerpo se va degradando y ya no puedo hacer estas pequeñas ‘maldades’ que me dan esporádico placer. Con un boniato asado de postre impresionante, exquisito.
Veo como crece aquí a mi lado nuestro hijo mientras escribo. Mira un documental sobre los cantos de las ballenas. Me pregunta: ‘mare, les balenes i les dones son la mateixa cosa’?…qué extaña pregunta. O quizá identifica canto con madre y con mujer y por esa regla de tres la ballena, que también canta, tiene algo de mujer.
Pienso en el poco deseado plan de tener que dejar este mundo ahora. Osea, te pasas la vida intentando descubrir para qué estas aquí, qué sentido tiene todo esto, de qué va la existencia. Y cuando empiezas a entender el mecanismo se acaba la ficha del viaje en los coches locos de la feria de la Vida. Será hijo de la gran puta el que ha diseñado este mapa vital!. En serio, que no me vengan con monsergas. Aquí, si impartiera yo justicia, el que quisiera irse se iría y el que quisiera quedarse, su voluntad se haría. Hay un mucho de gente que no tiene tantas ganas de vivir y cuando empieza a quedarse sola, a faltar los que están a su lado, pierden el apetito del fruto de la vida. Y hay otros que necesitarían muchas vidas para hacer todo aquello que desean hacer, aprender, conocer, experimentar…entre los que me encuentro, al igual que tú. Siempre tenemos esa frase en la boca: ‘me harían falta varias vidas para hacer todo lo que tengo pendiente’.
Y así será, por mucho que vivamos y corramos la muerte siempre nos alcanzará y dejará a medias. En el mejor momento tocará a coitus interruptus. Pero yo me niego. Bueno, me niego a dejarme convencer de que esto que tenemos ahora no es lo mejor que nos vaya a pasar. Siendo clara, y más no puedo querer hacerme entender, lo que tengo es lo que más deseo. En este momento no cambiaría nada, quizá viajar un poco más. Y hacer lo que decidido está: pasar más tiempo con la familia. El trabajo, que aunque sea mi devoción, muy por encima de eso está para mí mi familia: mis hijos y mi amante.
Hoy hemos salido a pasear hasta que el sol se ha ido. Hemos visto un atardecer inmenso de intensa luz amarillo-anaranjada, era como mirar con un papel de esos de color transparente pero coloreado delante de los ojos. O estar dentro de una película con el color final editado. Hemos disfrutado con cosas simples y hermosas: las luces de color turquesa de la fuente, el granizado de limón en pleno mes de enero,… mientras caminábamos juntos le tocaba el pelo rizado amorosamente. No se cúanto tiempo queda para que mis manos puedan seguir sintiendo la seda de su infantil cabello, ni el olor de su carne aun sin mancha. Cuanto amor siento por él, tan grande y reflejado en tan pequeñas cosas a la vez.
Ojalá cuando ya no estemos juntos pudiéramos seguir comunicándonos. Ayer me decía mi hijo que quería que le enseñara a hablar con sus abuelos y sus tatarabuelos muertos. No se de dónde ha sacado que hablar con los muertos es posible y que yo pueda saber la fórmula. Desde luego me encantaría que no perdiéramos el contacto pero cómo…quizá la manera, la única manera o la más parecida a aquello que pudiéramos llamar real fuera que salieran a hablar a la luna, a alguna estrella, al cielo simplemente pensando que hablan conmigo y que yo puedo escucharlos. Así, hablando conmigo o quizá, simplemente, consigo mismos hallaran respuestas. Hablar, reflexionar como si lo hiciéramos delante de otro, pone las ideas en orden y las respuestas afloran solas o tienen más posibilidades de hacerlo. También porque esas ‘respuestas’ que ellos buscan y no encuentran, los padres las estamos enseñando una y otra vez desde que nacen nuestros retoños. Les decimos por activa y por pasiva, de formas diferentes,…las mismas cosas. Llegar a esas mismas cosas, todas ellas muy simples, en realidad requiere un camino complicado y azaroso la mayoría de las veces porque uno no está solo. Está con su circunstancia y también con la de los demás y siempre acaba uno en algún enredo. Ojalá que mis hijos nunca se sientan solos, ojalá sientan que estoy con ellos, porque si hay alguna manera y si es verdad que podemos hacer un puente entre los vivos y los muertos estaría con ellos. Son mi vida, la continuidad de mi vida y lo que más quiero en este mundo.
Mi hija ya es casi una mujer, valiente viviendo sola, sin sus amigos y familia, persiguiendo su sueño. Yo no se si hubiera sido capaz. Espero que su vida le depare buenos momentos, que se sienta querida y valorada, que no sufra y que tenga el alma sosegada. Que encuentre actividades o estudios que la hagan ilusionarse y crecer. Pero sobre todo que se sienta amada y realizada. Para eso los que queden tendrían que tenerla también bajo vigilancia: aconsejándola, haciendo que sienta que importa. Ojalá pueda verlo antes de que vengan por mí. Verla fuerte, segura, posicionada, capaz. Así me iría un poco más en paz. Por favor, por el amor que has sentido por mí, búscala siempre, persíguela y oriéntala. Mi amante, mi amado, es un brote nuevo del árbol que yo he sido, es lo que quedará de mí cuando yo me haya ido. Aunque ella se niegue, no acepte, parezca que no escucha o que huye al final el amor verdadero siempre triunfa. Si me has amado a mí también la amarás a ella, aunque sea a tu manera.
Para mi amor, mi gran amor, mi último amor qué decir y qué dejar en silencio. He amado otras veces, pero con amores germinales, inmaduros,…también inocentes y cristalinos, frágiles que acabaron rompiéndose como un vaso de los que rompen en mil pedazos. Pero hasta que no bajé en esta última estación no he sabido lo que era la renuncia, la confianza, la entrega, la comunión. Aun hay sombras y una realidad que a veces se metamorfosea y confunde, pero yo he decidido amanecer contigo, sea como sea el nuevo día.
Para todos aquellos que me apoyaron profesionalmente e hicieron que no supiese si era una mariposa que soñaba ser un hombre o un hombre que soñaba ser mariposa, que aquello eterno os bendiga y os de larga y buena vida para seguir alimentando ese gran corazón que late sin descanso y que nos alimenta a través de aquellos valores imperecederos que sin querer habéis fraguado en más de un pecho.
Lloro y escribo, pero lo hago para sufrir ahora y acostumbrarme a mi destino y pasar esa página dándole un ‘conforme’, el ‘visto bueno’. Tendré que ser fuerte para ayudar a los que se quedan. Eso en el peor de los casos, si se confirma lo peor. Yo espero que no y cruzo los dedos para que no sea, pero por si acaso y por si fuera, queda escrito en estas lineas lo mucho que os amo y os amaré cuando sea eterna.