Admiro a Mara Aranda con quien me unen bastantes cosas, pero sobre todo una serie de amigos que nos han permitido estar en contacto durante más de tres lustros. El inicial, Pedro Vaquero, productor de Sonifolk, que vió en su primer grupo, Cendraires, algo distinto, una mezcla creativa de sonido mediterráneo con elementos que bebían en la tradición del levante español y de otros lugares mucho más distantes. Por ello editó su único disco y lo distribuyó a través de Arpafolk. En Cendraires estaban otros dos músicos que llegarían también a ser buenos amigos, Joansa Maravilla y Néstor Mont ambos con proyección posterior muy importante, destacando el proyecto de Aljub entre otros. Pedro me alertó sobre un grupo valenciano que iba más allá del folk dominante en la región y que entonces representaban Al Tall. Y efectivamente así era. Tenía buen ojo. El disco de Cendraires era de lo más innovador que tenía en su catálogo que entonces (1998) coqueteaba con la New Age y presumía de tener al Paul Winter Consort, con quien además ya había conseguido un Grammy por su disco (1993) grabado en la gira española que él produjo.
El éxito comercial le llegó a Mara Aranda tras la disolución de Cendraires y el encuentro con mi homónimo José Miguel que utiliza el nombre artístico de Efrén López, es decir cuando se unieron para formar el dúo L’Ham de Foc que era un sustancial paso adelante hacia la estética de los llamados ritmos étnicos. Efrén aportó energía, estudio, trabajo y un sinfín de instrumentos que se equilibraban perfectamente con la voz y las ideas de Mara. El camino no fue fácil porque el debú de L’Ham de Foc, “U”, no es que pasara inadvertido sino que solo enganchó con las audiencias volcadas al género que les dieron notables críticas pero no muchas actuaciones. El boca a boca empezó a funcionar y el grupo fue estableciendo una sólida base de temas muy creativos y originales. Mara cantaba cada vez mejor y el dúo funcionaba…más en Europa que en su propio país. Lo mismo le había pasado a Radio Tarifa y a Ketama. Pero la simiente estaba plantada, sólo faltaba un golpe de gracia. Y este se produjo de forma casual.
Lo recuerdo perfectamente. Era lunes 24 de junio de 2002. Sobre la una del mediodía en la entonces sede de Radio MultiKulti en Berlín. Días antes se había celebrado en la ciudad norteña de Mölln la edición de ese año del Festival folk de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), conocido hoy en día como Euroradio Folk Festival. RNE había llegado a un acuerdo con el Instituto Ramón Llull para que Música Nostra fueran nuestros representantes. La salida de Madrid, vía Hamburgo, había sido horrorosa debido a una típica huelga veraniega de controladores aéreos. Pero el regreso fue estupendo. Tras los tres días de festival en Mölln, organizado por mi colega Hanni Bode de Deutschland Radio que consiguió un enorme éxito con diecisiete excelentes grupos europeos, decidí volver a España vía Berlín para saludar antes a otros colegas, esta vez del panel de críticos europeos (World Music Charts Europe). Hanni me llevó en su coche y me dejó a las puertas de la MultiKulti. Tenía que reunirme con Johannes Theurer el creador del panel. Según iba atravesando el pasillo de la desvencijada emisora me preguntaba cómo sería su despacho y que orden tendría. Y efectivamente: no había mucho y los discos se apilaban en altas columnas inestables. Tras los saludos y la reunión formal vino la pregunta. Yo lo había visto allí encima pero no sabía por qué motivo. Johannes me inquirió “y de los grupos españoles actuales ¿cuál es tu favorito?”. Me giré y estuve a punto de tirarlo, pero no. Antes de responder hice yo la otra pregunta: “¿y esta columna de qué es?. “De los que tengo pendiente de escucha”. Me dijo. “Pues aquí está mi grupo favorito, este que tienes que escuchar el primero porque está mas arriba”. El resto es historia. El disco era el segundo de L´Ham de Foc, “Cançó de dona i home”, recién publicado. No solo gustó a Johannes sino a todo el panel porque fue considerado el noveno mejor del año en nuestra lista que sigue siendo la de referencia mundial del género. Llegaron actuaciones, un tercer disco y un buen montón de contactos que con el paso del tiempo se concretaron en proyectos interesantísimos como Aman Aman, Al-Andalus Project… Mara viajó a Creta, Salónica.., recientemente lo ha hecho a Bulgaria…para aprender y empaparse de toda la música posible. Empezó a interesarse por la música medieval y colaboró con grupos alemanes tan prestigiosos como Estampie volcándose también hacia la música sefardí, donde está aportando interpretaciones colosales . Tras la separación de L’Ham de Foc, Mara Aranda diversificó su propuesta en varios campos que la han llevado al día de hoy a trabajar con muy diversos artistas, algunos citados en líneas precedentes pero destacando Capella de Ministrers donde se encuentra muy a gusto y con el que trabaja de forma paralela a su grupo propio Solatge. Este surgió en 2009 con el disco “Déria” y ha continuado en 2013 con “Lo testament”. En medio ha ido publicando discos con Artaica, Sephardic Legacy o el nunca olvidado Al-Andalus Project.
Mara tiene dos facetas bien definidas: por un lado da rienda suelta a su extraordinaria creatividad personal, y por otro lado interpreta repertorio. Dos caras de la misma moneda para una de las artistas más interesantes surgidas en Europa en las dos últimas décadas.
Prólogo al disco de José Miguel López, director y presentador de Discópolis – Radio 3.