14 Views 0 Comments Aranda, Casa Sefarad, Concierto, Madrid, Mara, sefardí
Fernando Sanz/ Madrid./ Las dos orillas del Mediterráneo entre risas y lágrimas sefardíes. Así podría resumirse la actuación que la cantante valenciana Mara Aranda ofreció ayer en Casa Sefarad-Israel con motivo de la presentación oficial de su disco ‘Diáspora’ ante medio centenar de personas. Un espacio pequeño y aséptico que no desdibujó las canciones de boda, las de la ‘blanca doncella’ o las de la nostalgia del hogar perdido en el que la voz de Aranda se vio acompañada por un grupo de notables músicos multinstrumentistas: Jota Martínez (director musical y encargado de la zanfona, las cítolas, la vihuela de péñola, el laúd otomano y laúd medieval), Abel García (baglama, laouto, lavta y viola de rueda) y Fernando Depiaggi (ney, kaouala y percusiones).
El encuentro, íntimo y cercano, contó con un público entregado – emocionado en ocasiones – y que ofreció sus palmas en los últimos compases de la algo más de una hora que duró el concierto. Aranda que siempre hizo partícipe a la audiencia, explicó el origen y el sentido de cada una de las piezas, la mayoría procedentes la tradición sefardí de Marruecos, e incluso sacó al escenario a una joven para interpretar una tonada tradicional sobre las doncellas casaderas (en la recreación de un ‘baño purificador’).
Un viaje a la cultura sefardí que continuará su ruta este jueves en el Centre Cultural La Beneficència de Valencia, dentro del Festival Etnomusic.